Cáncer de cuello uterino: prevención
¿Cómo puede prevenirse el cáncer de cuello uterino?
El cáncer de cuello uterino es uno de los tipos de cáncer más comunes en las mujeres en todo el mundo. Por fortuna, hay muchas medidas que puede tomar para disminuir el riesgo. Hay maneras de prevenir el precáncer, así como pruebas para detectarlo de forma temprana, antes de que pueda convertirse en cáncer de cuello uterino. A continuación, se indica cómo proteger la salud del cuello uterino y evitar problemas futuros.
Principios básicos biológicos
En primer lugar, es necesario entender qué es el precáncer en este contexto. El precáncer se refiere a cambios celulares anormales en el cuello uterino. Estos cambios precancerosos no son perjudiciales, pero pueden convertirse en cáncer de cuello uterino con el tiempo. Imagine el precáncer como una señal de advertencia. Nos indica que, si las células anormales no se tratan, podrían convertirse en células cancerosas.
El virus del papiloma humano (VPH) es lo que desencadena los cambios en las células del cuello uterino. Casi todos los casos de cáncer de cuello uterino se deben a este virus. El VPH es muy frecuente. Se transmite por contacto sexual piel con piel y no suele presentar síntomas. Sin embargo, no todas las infecciones por VPH se convierten en cáncer. De hecho, el VPH suele desaparecer por sí solo. Solo algunas cepas del VPH provocan cáncer de cuello uterino.
Tres maneras de prevenir el precáncer
Para reducir el riesgo de cáncer de cuello uterino, es importante prevenir los cambios celulares precancerosos del cuello uterino. Para protegerse, asegúrese de hacer lo siguiente:
1. Vacúnese contra el VPH
La vacuna contra el VPH la protege contra determinados tipos de infecciones por VPH. La vacuna es más eficaz si se coloca antes de la exposición al VPH. Desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (Centers for Disease Control and Prevention, CDC), se recomienda a los padres que vacunen a sus hijos al principio de la adolescencia, antes de que sean sexualmente activos:
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Los niños de entre 9 y 14 años deben seguir un esquema de 2 dosis.
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Los adolescentes de entre 15 y 26 años deben seguir un esquema de 3 dosis. También se recomienda este esquema en los menores de 15 años si tienen alguna afección que debilite el sistema inmunitario, como el cáncer.
También hay una vacuna disponible para adultos de 27 a 45 años. Si no recibió la vacunación completa cuando era más joven, hable con el proveedor de atención médica para decidir si sería útil ahora.
2. Use condones durante las relaciones sexuales
Quizás los condones no siempre sean cómodos, pero siempre valen la pena. Los condones reducen la posibilidad de contraer el VPH. También protegen contra la clamidia, otra infección que se relaciona con un mayor riesgo de cáncer de cuello uterino.
Use condones de forma correcta y periódica cada vez que tenga relaciones sexuales. Pero tenga en cuenta que el virus del VPH puede transmitirse a través del contacto de la piel con zonas infectadas no cubiertas por el condón, como la piel genital alrededor de este. Aun así, aunque los condones no previenen por completo la infección, se asocian a una menor tasa de cáncer de cuello uterino.
3. Aléjese de los productos con tabaco
Fumar aumenta el riesgo de tener células precancerosas en el cuello uterino que podrían provocar cáncer de cuello uterino. En la mucosa del cuello uterino, se detectaron carcinógenos de los productos con tabaco. Los investigadores creen que estas sustancias dañan el ADN de las células del cuello uterino. Además, fumar debilita el sistema inmunitario. Esto le dificulta al cuerpo defenderse de las infecciones por VPH.
Dejar de fumar no es fácil. Consulte con el proveedor de atención médica para obtener consejos y apoyo. El proveedor puede facilitar esta transición para que sea más controlable.
Detección de lesiones precancerosas
Con la prueba de Papanicolaou se pueden detectar células precancerosas del cuello uterino antes de que se conviertan en cáncer. Hacerse pruebas de Papanicolaou con regularidad aumenta las posibilidades de prevenir el cáncer. De hecho, la mayoría de los casos de cáncer de cuello uterino se detectan en mujeres que no se hicieron las pruebas de detección periódicas o que no se hicieron ninguna prueba en absoluto.
Desde el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists, ACOG) y el Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos de los Estados Unidos (U.S. Preventive Services Task Force, USPSTF), se indica que todas las mujeres deberían hacerse pruebas de Papanicolau periódicas a partir de los 21 años. También se recomienda lo siguiente:
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A partir de los 21 años y hasta los 29, las mujeres deben hacerse una prueba de Papanicolaou (citología) sola cada 3 años. En las mujeres de entre 25 y 29 años que presentan un riesgo medio, una alternativa al Papanicolaou solo puede ser la prueba del VPH (también llamada prueba primaria del VPH de alto riesgo) sola cada 5 años a partir de los 25 años.
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Las mujeres de entre 30 y 65 años deben hacerse una prueba de detección del VPH sola cada 5 años. O pueden hacerse una prueba combinada de VPH y Papanicolaou (llamada cotest) cada 5 años. O, si no, pueden hacerse una prueba de Papanicolaou sola cada 3 años.
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Las mujeres mayores de 65 años que se hayan hecho pruebas de detección de forma regular con resultados normales pueden dejar de hacerse las pruebas de detección de cáncer de cuello uterino. Una vez que se dejan de hacer las pruebas de detección, no deben volver a iniciarse.
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Las mujeres que tienen un mayor riesgo de cáncer de cuello uterino debido a un sistema inmunitario débil o a otros factores de riesgo pueden necesitar hacerse pruebas de detección con más frecuencia y no dejar de hacerlas en función de la edad. Hable con el proveedor de atención médica al respecto.
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Las mujeres que tuvieron una histerectomía con extirpación del cuello uterino por motivos no relacionados con el cáncer de cuello uterino y que no tienen antecedentes de este tipo de cáncer ni de lesiones precancerosas graves no necesitan hacerse pruebas de detección.
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Las mujeres vacunadas contra el VPH deben seguir los consejos sobre pruebas de detección correspondientes a su grupo de edad.
Desde la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer (American Cancer Society), se cambiaron las recomendaciones en 2020 respecto a las indicadas arriba. Desde este organismo, se aconseja no comenzar con las pruebas de detección hasta los 25 años y se recomienda como método de prueba preferido la prueba del VPH sola cada 5 años hasta los 65 años de edad. Si la prueba del VPH no está disponible, se considera aceptable hacerse una prueba de Papanicolaou sola cada 3 años.
Pregunte al proveedor de atención médica cada cuánto sería adecuado hacerse pruebas de detección en su caso.