Si su hijo tiene roséola
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Roséola en piel clara. |
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Roséola en piel oscura. |
La roséola es una infección viral frecuente en niños menores de dos años. También se la conoce como la sexta enfermedad. La roséola no constituye un problema grave de salud. Desaparece por sí sola, sin tratamiento. Sin embargo, puede ayudar a su hijo a sentirse mejor.
¿Cuáles son las causas de la roséola?
La causa más frecuente de la roséola es un virus de la familia de los virus del herpes humano. Se transmite a través de las gotas pequeñas que se esparcen en el aire cuando una persona portadora del virus estornuda o tose. Suele afectar a niños entre seis meses y dos años.
¿Cuáles son los síntomas de la roséola?
Los síntomas ocurren en etapas. Las etapas son las siguientes:
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Etapa 1. Durante tres a siete días, el niño tiene fiebre alta, entre 102 °F ( 39 °C) y 104°F ( 40 °C). Es probable que su hijo se sienta malhumorado e incómodo mientras le dure la fiebre. Durante el período con fiebre, puede contagiar el virus a otros niños.
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Etapa 2. Cuando la fiebre desaparece, aparece un sarpullido en el cuello y baja por el torso. El sarpullido es de color rojo y puede ser plano o tener relieve. Puede propagarse a la cara o a los brazos y las piernas. El sarpullido no causa dolor. Tiende a mejorar o a empeorar en el transcurso de tres a cuatro días. Su hijo puede estar de mal humor o sentir comezón durante esta etapa de la roséola. El virus no se contagia durante la etapa de sarpullido.
¿Cómo se diagnostica la roséola?
No hay ninguna prueba para detectar la roséola. No se puede diagnosticar hasta que la fiebre desaparezca y haya brotado el sarpullido. El proveedor de atención médica examinará a su hijo. En algunos casos, pueden realizarle algunas pruebas al niño para detectar otras causas de la fiebre.
¿Cómo se trata la roséola?
La roséola desaparecerá por sí sola. Para ayudar a su hijo a sentirse mejor, haga lo siguiente:
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Asegúrese de que descanse mucho y beba abundante líquido.
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Si el proveedor de atención médica se lo recomienda, dele acetaminofén o ibuprofeno a su hijo para aliviar la fiebre o el malestar. No le dé ibuprofeno a un bebé menor de seis meses o a un niño que esté deshidratado o con vómitos persistentes. No le dé aspirinas a su hijo. Darle aspirinas a un niño que tiene fiebre o una infección viral puede causarle una afección grave llamada síndrome de Reye.
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Si el sarpullido le produce comezón, dele un antihistamínico (medicamento para la comezón) a su hijo.
El regreso a la guardería
Cuando la fiebre haya desaparecido durante 24 horas, su hijo ya no contagiará la afección. Por lo tanto, aunque todavía tenga el sarpullido, el niño puede regresar a la guardería, a menos que el proveedor de atención médica indique lo contrario.
¿Cuáles son los problemas a largo plazo?
La roséola rara vez constituye un problema a largo plazo en los niños sanos.
Cuándo llamar al proveedor de atención médica de su hijo
Llame al proveedor de atención médica de inmediato si su hijo presenta cualquiera de los siguientes síntomas:
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Fiebre (consulte "La fiebre y los niños", a continuación)
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Convulsión provocada por la fiebre
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Fiebre que regresa después de que la erupción haya desaparecido
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Sarpullido que empeora o que no comienza a desaparecer después de cuatro o cinco días
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Sarpullido que dura más de varias semanas
La fiebre y los niños
Use un termómetro digital para tomar la temperatura de su hijo. No use un termómetro de mercurio. Hay termómetros digitales de distintos tipos y para usos diferentes. Entre ellos, se incluyen los siguientes:
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En el recto (rectal). En los niños de menos de 3 años, la temperatura rectal es la más precisa.
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En la frente (lóbulo temporal). Sirve para niños de 3 meses en adelante. Si un niño de menos de 3 meses tiene signos de estar enfermo, este tipo de termómetro se puede usar para una primera medición. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En el oído (timpánica). La temperatura en el oído es precisa a partir de los 6 meses de edad, no antes.
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En la axila (axilar). Este es el método menos confiable, pero se puede usar para una primera medición a fin de revisar a un niño de cualquier edad que tenga signos de estar enfermo. Es posible que el proveedor quiera confirmar la fiebre tomando la temperatura en el recto.
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En la boca (oral). No use el termómetro en la boca de su hijo hasta que tenga al menos 4 años.
Use el termómetro rectal con cuidado. Siga las instrucciones del fabricante del producto para usarlo adecuadamente. Colóquelo con cuidado. Etiquételo y asegúrese de no usarlo en la boca. Podría transmitir gérmenes de las heces. Si no se siente cómodo usando un termómetro rectal, pregunte al proveedor de atención médica qué otro tipo puede usar. Cuando hable con el proveedor de atención médica sobre la fiebre de su hijo, infórmele qué tipo de termómetro usó.
A continuación, encontrará valores de referencia que lo ayudarán a saber si su hijo tiene fiebre. Es posible que el proveedor de atención médica de su hijo le dé valores diferentes. Siga las instrucciones específicas que le dé su proveedor.
Medición de temperatura en un bebé menor de 3 meses:
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Primero, pregúntele al proveedor de atención médica de su hijo cómo debe tomarle la temperatura.
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En el recto o en la frente: 100.4 °F (38 °C) o superior
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En la axila: 99 °F (37.2 °C) o superior
Medición de temperatura en un niño de 3 a 36 meses (3 años):
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En el recto, en la frente o en el oído: 102 °F (38.9 °C) o superior
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En la axila: 101 °F (38.3 °C) o superior
Llame al proveedor de atención médica en los siguientes casos:
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Picos de fiebre reiterados de 104 °F (40 °C) o superior en niños de cualquier edad
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Fiebre de 100.4 °F (38 °C) o superior en un bebé de menos de 3 meses
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Fiebre que dura más de 24 horas en un niño menor de 2 años
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Fiebre que dura 3 días en un niño de 2 años o más
Revisor médico: L Renee Watson MSN RN
Revisor médico: Michael Lehrer MD
Revisor médico: Rita Sather RN
Última revisión:
5/1/2022
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