Entendemos que el género es un espectro. Es probable que usemos términos diferenciados en función del género para hablar sobre anatomía y riesgos de la salud. Use esta hoja de la forma que mejor se adecue a usted y a su proveedor cuando conversen sobre su atención.

El cuerpo cambia antes

Tu cuerpo te da pistas de que te estás convirtiendo en una joven adulta. Qué advertirás:

• Un cambio de forma. Es probable que te aparezcan nuevas curvas, a medida que las caderas y los senos aumentan de tamaño. Pídele a tu madre o a otra persona adulta en la que confíes que te ayude a encontrar una camiseta interior o un sujetador normal o deportivo que te hagan sentir más cómoda a medida que se desarrollan tus senos. Es posible que un seno sea más grande que el otro cuando se están desarrollando. Esto es normal, y se deben igualar en el transcurso de un año aproximadamente. También es útil saber que es muy común que muchas mujeres no tengan los senos exactamente del mismo tamaño. Si te ocurre, probablemente tú serás la única que lo note.   

• Vello en lugares nuevos. Vello debajo de los brazos y en las piernas. Además, te crecerá vello en la zona púbica. Este vello puede ser más grueso y rizado que otros vellos.

• Más sudor. Es posible que empieces a sudar más. Lávate bien todos los días. Para mantenerte seca y evitar el mal olor, usa un antitranspirante o desodorante en las axilas.

• Problemas de la piel. La piel se puede volver más grasosa. La grasa y la piel muerta pueden obstruir los poros y causar acné. Para ayudar a controlar el acné, mantén la piel limpia. El uso de productos especiales para lavarte el rostro o para aplicar sobre los granitos también puede ayudar. Algunas personas necesitan medicamentos recetados para ayudar a controlar el acné. Estos pueden ponerse directamente sobre la piel o tomarse por vía oral. Habla con tus padres si deseas consultar a un proveedor de atención médica debido a un acné que sea difícil de tratar en casa. 

• Tu primer período menstrual. Durante la pubertad, comenzarás a tener tu período o ciclo menstrual. El período es la pequeña cantidad de sangrado que ocurre cuando tu cuerpo se deshace del recubrimiento de tu útero. Normalmente, ocurre una vez al mes, cada entre 21 y 34 días. Pero el ciclo de cada adolescente es diferente. Generalmente, el sangrado dura de 2 a 7 días. Cuando tengas tu período por primera vez, puede ser irregular y puede saltarse un mes o más. Deberás usar productos de higiene femenina para evitar que la sangre manche tu ropa. Estos incluyen tampones, toallitas o copas menstruales. Tener tu período es un proceso normal y saludable para transformarte en una mujer. Puede ser emocionante. También puede darte miedo. Habla con algún adulto en el que confíes para obtener ayuda y consejos, como un padre o un proveedor de atención médica.

Inestabilidad emocional

La transformación en mujer no siempre es un proceso fácil. Estos son algunos de los sentimientos que muchas adolescentes tienen:

• Preocupación acerca del cuerpo. La imagen corporal es la manera como pensamos y nos sentimos acerca de nuestro aspecto. La imagen corporal puede ser positiva, lo que quiere decir que te sientes cómoda sobre como eres. O te puedes sentir incómoda acerca de tu cuerpo. La imagen corporal puede ser afectada por mensajes que llegan de muchos sitios, como la familia, los amigos, las redes sociales, la televisión y las películas. Habla con una persona en quien confíes si estás batallando con tu imagen corporal y deseas sentirte mejor.   

• Sentimientos de tristeza. El estado de ánimo sube y baja muchas veces mientras vas pasando por ciertos cambios hormonales. A veces te puedes sentir triste o sola. Pero si te sientes triste la mayor parte del tiempo, es posible que tengas depresión. Este es un problema común que puede tratarse con asesoría psicológica, medicamentos y otros métodos. Si no se trata, puede empeorar. Habla con un adulto en quien confíes en tu escuela o en tu casa si crees que puedes estar deprimida. 

• Irritación. Es posible que la gente te moleste. Tal vez discutas con tus padres o te enfades con tus amigos.  Si notas que comienzas a enojarte, tómate un tiempo para intentar calmarte. Prueba hacer varias respiraciones profundas. Pregúntate qué estás sintiendo y por qué. Piensa cómo responder ante una persona o una situación de manera que puedas resolver tus preocupaciones con menos ira. O apártate de la situación hasta que te sientas más calmada. Luego vuelva a intentarlo.

Pide ayuda

La pubertad puede ser un tiempo difícil. Pero hay personas que pueden ayudarte a superar las partes más duras. Tal vez quieras hablar con uno de tus padres, un proveedor de atención médica, una profesora u otra persona adulta de confianza. También puedes encontrar consuelo hablando con tus amigos. Si tienes alguna duda, siempre puedes pedir ayuda.