Primeros auxilios: vendajes
Cubrir una herida en la piel ayuda a controlar la hemorragia y protege la piel contra la infección. Las compresas o apósitos son almohadillas de gasa o de tela que pueden colocarse directamente sobre la herida para absorber sangre y otros líquidos. Las vendas de tela cubren los apósitos y los sostienen en su lugar.
Paso 1. Coloque un vendaje sobre la herida
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Use guantes u otra protección para evitar el contacto con la sangre de la persona afectada.
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Limpie la herida con agua y jabón suave.
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Aplique una capa fina de un antibiótico tópico, si así lo desea.
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Coloque una compresa limpia sobre toda la herida. Las compresas de gasa permiten que pase el aire y, de esta manera, la herida sana más rápido. Las compresas sin adhesivo tienen una superficie especial que no se adhiere a la herida.
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Si la sangre pasa a través de la compresa, coloque otra compresa sobre la primera.
Paso 2. Cubra el vendaje
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Use un rollo de gasa o tiras de tela para envolver el apósito y el área alrededor de la herida varias veces.
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Extienda el vendaje por lo menos una pulgada más a cada lado del apósito.
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No coloque el vendaje tan apretado que interfiera con la circulación de la sangre a los tejidos sanos.
Paso 3. Asegure el vendaje
Paso 4. Examine la circulación
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Revise la circulación en el área debajo del vendaje después de varios minutos y una vez más después de varias horas. Si la circulación no es buena, la piel puede verse pálida o de color azul o puede sentirse fría. Los signos de una mala circulación también incluyen adormecimiento y hormigueo.
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Si la circulación se redujo, afloje el vendaje de inmediato. Si los síntomas persisten, solicite atención médica.
Revisor médico: Eric Perez MD
Revisor médico: Raymond Kent Turley BSN MSN RN
Revisor médico: Rita Sather RN
Última revisión:
8/1/2019
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