¿Qué causa un aumento de peso no saludable?

Estas son algunas razones comunes por las que los adolescentes aumentan de peso más de lo que deberían:

• Comen y beben demasiados alimentos con alto contenido de azúcar, alto contenido de grasa y bajo contenido de nutrientes. Algunos ejemplos son los refrescos, las bebidas con sabor a frutas, las bebidas deportivas, las papas fritas, los caramelos y las galletas.

• Comen demasiado. A menudo, esto se debe a que comen por motivos distintos del hambre.

• No realizan suficiente actividad física para quemar las calorías de los alimentos que comen.

• No duermen lo suficiente.

• Tienen antecedentes familiares de peso no saludable.

Consejos para ayudar a su hijo a bajar de peso

Cambiar los hábitos alimenticios

• Anime a su hijo a desayunar. Los niños que no desayunan a menudo comen más en un día que los niños que desayunan. Esto puede suceder porque el niño tiene demasiada hambre como para tomar decisiones razonables más tarde durante el día. También puede ocurrir debido a cambios en los niveles de azúcar en sangre y en el control natural del apetito del cuerpo. Para un desayuno rápido, ofrézcale fruta, yogur o un refrigerio. Reduzca la ingesta de comida rápida.

• Siéntense a comer en familia todas las noches o con la mayor frecuencia posible. Desaliente la ingesta de comida rápida, refrigerios en lugar de comidas o alimentos delante del televisor.

• Enséñele a su hijo a comer más despacio. Pídale que intente bajar el tenedor entre un bocado y otro. Esto ayuda a evitar que su hijo siga comiendo cuando ya está satisfecho. La señal de “satisfecho” tarda 20 minutos en llegar del estómago al cerebro.

• Sirva porciones más pequeñas de comida. Deje que su hijo adolescente pida más si todavía tiene hambre.

• Disminuya la ingesta de comida rápida, papas fritas y otros alimentos chatarra y refrescos, bebidas deportivas y otras bebidas azucaradas. No consuma estos alimentos y bebidas en la casa.

• Ofrezca opciones de alimentos que sean nutritivos y saciantes. Pruebe ofrecerle frutas, verduras y granos enteros. Hable con su hijo adolescente sobre cómo tomar decisiones saludables en la escuela y en otros momentos en los que no esté en su hogar.

Aumente la actividad

• Limite la cantidad de tiempo que su hijo pasa frente al televisor, en los videojuegos o en la computadora. La Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics) recomienda crear un plan familiar para el uso de los medios de comunicación. En este plan, primero se cumplen los objetivos de salud, escolares y sociales. A continuación, se considera el tiempo de uso de los medios de comunicación. Puede elaborar su propio plan familiar de uso de los medios de comunicación.

• Aliente pasatiempos activos como jugar al básquetbol, caminar, hacer senderismo, andar en bicicleta o jugar al aire libre con amigos. Si no es posible hacer actividad física al aire libre, puede ser una buena opción ir al gimnasio o al centro de recreativo. Otra idea son los videojuegos físicamente activos.

• Anime a su hijo adolescente a unirse a actividades deportivas grupales o individuales que le proporcionen diversión y lo hagan hacer ejercicio.

• Muévanse más como familia. Los niños de 6 a 17 años necesitan al menos 60 minutos de actividad física de intensidad media a alta todos los días. Para dar un buen ejemplo a sus hijos, sea activo usted mismo. Haga que el ejercicio sea parte de su rutina diaria. Salgan a caminar en familia. Bailen, anden en bicicleta o jueguen juntos al aire libre con la mayor frecuencia posible.

Duerma lo suficiente

• Los adolescentes que no duermen lo suficiente están en riesgo de un aumento de peso no saludable. Un buen sueño ayuda a prevenir enfermedades. Estos incluyen diabetes tipo 2 y obesidad, lesiones y problemas de atención y comportamiento.

• Establezca rutinas de sueño regulares. Siga un cronograma de sueño todos los días. Esto puede ayudar a los adolescentes a dormir mejor.

• Retire las pantallas de la habitación de su hijo. Deje de usar las pantallas al menos una hora antes de acostarse.

Cómo comenzar

Usted y su hijo adolescente probablemente estén acostumbrados a sus rutinas. Si cambia demasiadas cosas a la vez, probablemente se encontrará con resistencia o rebeldía. Es mejor comenzar lentamente.

• Deje que su hijo elija un cambio para comenzar. Esto podría ser hacer ejercicio una vez al día, ingerir comidas más pequeñas o reducir o eliminar las bebidas azucaradas o la comida rápida. A medida que se acostumbren a ese cambio, agregue otro.

• Sea un modelo a seguir para su hijo. Coma alimentos saludables usted mismo. Reduzca la ingesta de comidas rápidas, dulces y bebidas azucaradas. Tenga frutas, verduras y granos enteros en su casa.

• Pregúntele al proveedor de atención médica de su hijo cuál debería ser el peso objetivo de su hijo y qué tan rápido debería bajar de peso.

• Concéntrese en la salud, no en su aspecto. La culpa y el remordimiento en relación a la forma o el tamaño del cuerpo a menudo es perjudicial. Concentre el tratamiento en la salud general y la calidad de vida. Por ejemplo, ayúdelos a establecer objetivos para mejorar la autoestima, perder menos días de clase y participar en eventos como una caminata.

• Motive a su hijo adolescente a tomar decisiones de estilo de vida saludables al escuchar las inquietudes de su hijo adolescente, especialmente sobre problemas con las imágenes corporales, acoso escolar fuera de línea o en línea, autoestima y presión de sus compañeros.

• Siempre mantenga abiertos todos los canales de comunicación. Ofrezca consejos amablemente y haga sugerencias cuando sea necesario, pero dele a su adolescente espacio y tiempo para analizarlos.

• Mantenga metas y expectativas realistas. No intente extralimitarse ni se muestre desilusionado cuando no se alcancen los objetivos con los resultados esperados. Brinde apoyo y fomente los esfuerzos que se llevan a cabo en el proceso.

Trabajar con el proveedor de atención médica de su hijo

Su hijo debe acudir a su proveedor de atención médica para visitas periódicas de seguimiento. Durante estas visitas, el proveedor de atención médica puede monitorear el progreso y la salud de su hijo. También puede ayudarlos a usted y a su hijo a establecer metas. Lleve a su hijo al proveedor de atención médica con la frecuencia que se le sugiera. Según las necesidades de su hijo, esto puede ser cada 1 a 2 meses.

Pregunte al proveedor de atención médica de su hijo si inscribirse en un programa de tratamiento intensivo para el comportamiento y estilo de vida saludables (Intensive Health Behavior and Lifestyle Treatment, IHBLT) ayudaría a su hijo adolescente. Este es un tratamiento seguro para la obesidad infantil que funciona bien. Es un programa centrado en la familia que se concentra en la nutrición, la actividad física y el cambio de comportamiento. Está diseñado para su familia. O puede trabajar con el proveedor de su hijo para abordar temas relacionados con el estilo de vida y la conducta.

¿Qué es el IMC?

Los proveedores de atención médica utilizan un cálculo denominado IMC (índice de masa corporal) para determinar si su hijo se encuentra en un rango de peso saludable. El número se basa en la estatura, el peso, el sexo y la edad de su hijo. Para niños y adolescentes, el IMC es específico para la edad y el sexo y a menudo se denomina IMC para la edad. Si su hijo es muy musculoso o atlético, esto se tendrá en cuenta. Este cálculo es diferente del que se utiliza para los adultos. Los niveles de IMC entre niños y adolescentes se proporcionan en porcentajes en comparación con otros niños y adolescentes del mismo sexo y edad.

Un solo cálculo del IMC por edad no es suficiente para evaluar el estado del peso a largo plazo porque la estatura y el peso de su hijo adolescente cambiará a medida que crezca. Con las personas, los proveedores de atención médica deben considerar el IMC junto con otros factores, como antecedentes familiares, presión arterial, niveles de azúcar en sangre, patrones de alimentación y nivel de actividad física.