Mielitis flácida aguda en niños
¿Qué es la mielitis flácida aguda (AFM) en los niños?
La mielitis flácida aguda (AFM, por su sigla en inglés) es una afección rara que afecta al sistema nervioso. Daña la médula espinal, lo que provoca debilidad muscular y problemas de reflejos. Sus síntomas comienzan repentinamente y pueden causar parálisis en los brazos o las piernas. En algunos casos, la AFM puede ser mortal si afecta a los músculos que controlan la respiración o la deglución.
La AFM afecta sobre todo a los niños. Quienes la contraen suelen padecer una gripe o una enfermedad similar a un resfriado antes de desarrollar la AFM.
¿Qué causa la AFM en un niño?
Se desconoce la causa exacta de la AFM. En las investigaciones en curso, se sugiere que puede estar relacionado con un determinado tipo de virus llamado enterovirus. Este tipo de virus puede causar una enfermedad respiratoria. Muchos niños que han contraído la AFM estaban infectados con un enterovirus de antemano. Pero muchos más niños que fueron infectados con dicho virus no desarrollaron AFM. No está claro por qué algunos niños tienen AFM y otros no.
¿Qué niños corren riesgo de padecer AFM?
Los niños que se infectan con un enterovirus parecen tener más riesgo de padecer AFM.
¿Cuáles son los síntomas de la AFM en un niño?
Los síntomas de la AFM pueden variar de un niño a otro. Pueden oscilar entre leves y graves. Suelen comenzar repentinamente al cabo de una semana, más o menos, después de recuperarse de una gripe o de una enfermedad similar a un resfriado. Los síntomas de la AFM pueden incluir los siguientes:
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Debilidad repentina, a menudo en un brazo o una pierna
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Tono muscular y reflejos deficientes
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Dolor en brazos, piernas, cuello o espalda
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Debilidad en la cara que puede causar problemas para tragar, respirar o hablar
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Dificultad para mover los ojos o párpados caídos
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Problemas para controlar la vejiga o el intestino
Los síntomas pueden empeorar con rapidez y convertirse en potencialmente mortales. Por lo tanto, si su hijo tiene alguno de los síntomas anteriores, busque atención médica de inmediato.
Los síntomas de la AFM pueden parecerse a los de otros problemas de salud. Procure que un proveedor de atención médica vea a su hijo para obtener un diagnóstico.
¿Cómo se diagnostica la AFM en un niño?
Para diagnosticar la AFM, el proveedor de atención médica le preguntará por los síntomas y la historia clínica de su hijo. También le harán una exploración física a su hijo.
Su hijo deberá hacerse algunas pruebas. Pueden incluir lo siguiente:
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Resonancia magnética de la columna vertebral. En esta prueba de diagnóstico por imágenes se puede indicar si hay algún daño en la médula espinal.
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Punción lumbar. Durante esta prueba, se introduce una aguja en la parte baja de la espalda para tomar una muestra de líquido cefalorraquídeo. Luego, el líquido se examina para observar si hay una infección.
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Un estudio de conducción nerviosa. Mediante esta prueba, se comprueba el funcionamiento de los nervios.
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Electromiografía. Con esta prueba, se comprueba la respuesta de los músculos a los nervios.
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Otras pruebas. El proveedor de atención médica de su hijo puede solicitar otras pruebas, como análisis de sangre, un hisopado nasal o pruebas fecales. Estos pueden servir para confirmar una infección por enterovirus. O bien para descartar otras posibles causas de los síntomas de su hijo.
¿Cómo se trata la AFM en un niño?
Los síntomas de la AFM pueden empeorar con rapidez, por lo que su hijo recibirá tratamiento en un hospital. Mientras esté allí, se vigilará a su hijo para detectar cualquier síntoma grave, como dificultad para respirar.
No hay ningún tratamiento o medicamento específico para la AFM. Su hijo puede recibir lo siguiente:
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Cuidados de apoyo. Esto puede incluir analgésicos u otros tratamientos para aliviar ciertos síntomas. Si su hijo tiene dificultad para respirar, es posible que le administren oxígeno o le coloquen un respirador para ayudarlo a respirar.
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Otros tratamientos. En algunos casos, el proveedor de atención médica de su hijo puede aconsejar tratamientos, como los esteroides, la inmunoglobulina intravenosa o el intercambio terapéutico de plasma. Pero los expertos siguen estudiando la eficacia de estos tratamientos.
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Rehabilitación. Una vez que su hijo se haya recuperado, el proveedor de atención médica puede aconsejarle terapia física y ocupacional. Esto puede ayudar con la debilidad muscular y los problemas de movimiento.
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Cirugía de transferencia de tendones o nervios. Algunos niños que tienen una debilidad muscular grave pueden beneficiarse de este tipo de cirugía. Consiste en trasladar nervios o tendones sanos a lugares del cuerpo donde los nervios o tendones han muerto.
Hable con los proveedores de su hijo sobre los riesgos, beneficios y posibles efectos secundarios de todos los tratamientos.
¿Cuáles son las posibles complicaciones de la AFM en un niño?
Las complicaciones posibles pueden variar de un niño a otro. Pueden incluir las siguientes:
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Debilidad muscular prolongada en las extremidades
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Dificultad continua para respirar en los casos graves
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Dolor en los nervios
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Dolores musculares y articulares
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Ansiedad
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Depresión
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Muerte
¿Cómo puedo ayudar a prevenir la AFM en mi hijo?
Para prevenir la AFM en su hijo, puede reducir el riesgo de que se infecte con un virus. Para hacerlo:
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Asegúrese de que su hijo se lave bien las manos y con frecuencia. Enséñele a lavarse las manos con jabón y agua corriente limpia durante al menos 20 segundos.
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Enseñe a su hijo a no tocarse la cara con las manos sucias.
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Mantenga a su hijo alejado de personas enfermas. Y que se queden en el hogar cuando no se sientan bien.
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Desinfecte con regularidad las superficies que se tocan mucho, como las perillas de las puertas o los teléfonos móviles.
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Asegúrese de que su hijo se cubra la nariz y la boca con un pañuelo de papel cuando estornude o tosa.
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No deje que su hijo comparta utensilios o vasos con otras personas.
¿Cómo puedo ayudar a mi hijo a vivir con la AFM?
Su hijo puede tener problemas a largo plazo, como debilidad muscular, a causa de la AFM. La fisioterapia y la terapia ocupacional son fundamentales para ayudar a su hijo a controlar estos problemas. Si su hijo tiene dificultad para moverse, también puede beneficiarse del uso de dispositivos ortopédicos o de asistencia. Trabaje en estrecha colaboración con el equipo de atención de su hijo, incluidos el neurólogo y el fisioterapeuta, para atender las necesidades de su hijo.
¿Cuándo debo llamar al proveedor de atención médica de mi hijo?
Llame de inmediato al proveedor de atención médica de su hijo si el niño presenta:
Información importante sobre la mielitis flácida aguda en niños
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La mielitis flácida aguda (AFM, por su sigla en inglés) es una afección rara que afecta al sistema nervioso. Daña la médula espinal, lo que provoca debilidad muscular y problemas de reflejos.
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La AFM puede estar relacionada con un determinado tipo de virus llamado enterovirus.
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Los principales síntomas de la AFM son la debilidad repentina de una extremidad y la falta de tono muscular y de reflejos.
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Las pruebas que pueden usarse para diagnosticar la AFM son la resonancia magnética, la punción lumbar y los estudios para comprobar el funcionamiento de los nervios y los músculos.
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No hay ningún tratamiento o medicamento específico para la AFM. Su hijo recibirá cuidados de apoyo.
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La AFM puede causar una debilidad muscular permanente. La fisioterapia y la terapia ocupacional pueden ayudar.
Próximos pasos
Consejos para aprovechar al máximo la cita con el proveedor de atención médica de su hijo:
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Tenga en claro la razón de la cita médica y qué quiere que suceda.
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Antes de la cita, anote las preguntas que quiere hacer.
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En la cita, anote el nombre de cualquier diagnóstico nuevo, y cualquier medicamento, tratamiento o prueba nueva. También anote las instrucciones que el proveedor le indique para su hijo.
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Sepa por qué se receta un tratamiento o un medicamento y cómo ayudará a su hijo. Conozca los efectos secundarios.
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Pregunte si la afección de su hijo se puede tratar de otra forma.
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Sepa por qué se recomienda una prueba o un procedimiento y qué podrían significar los resultados.
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Sepa qué esperar si su hijo no toma el medicamento o no se hace la prueba o el procedimiento.
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Si su hijo tiene una cita de seguimiento, anote la fecha, la hora y el objetivo de esta.
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Sepa cómo comunicarse con el proveedor fuera del horario de atención. Esto es importante en caso de que su hijo se enferme y usted tenga preguntas o necesite ayuda.